Reinventarnos

No trataré de dar una receta sobre qué hacer en esta crisis. Tampoco un ejercicio de futurología. A ninguno de nosotros nos había tocado vivir una pandemia con +7.000 millones de personas en un mundo hiperconectado. Esto quedará en la historia. Solo quiero aportar con una reflexión sobre cómo podemos enfrentar esta crisis desde la innovación. Si innovar en tiempos normales es complejo, ahora lo es aún más. Principalmente por tres factores. El primero es la escasez de recursos y los trade-off que tenemos que hacer en su asignación. Menores ventas, menos gente disponible para operar, dificultad en el acceso a insumos, equipos y tecnología. La pandemia del coronavirus nos obliga a reinventarnos con menos recursos disponibles. El segundo es la velocidad con la que debemos responder. Estamos ante un escenario donde nos vemos enfrentados a innovar bajo presión. El avance exponencial de la pandemia implica una respuesta 10x más rápida y ágil que lo normal. Todo se transformó en urgente al mismo tiempo. El tercero es la incertidumbre inherente al proceso de innovación. Existen a lo menos 8 tipos de incertidumbre que pueden afectar el desarrollo del proceso de innovación de una empresa (descrito magistralmente por Harri Jalolen en su paper “The Uncertainty of Innovation”). Desde el 13 de marzo los niveles de incertidumbre superan todo limite conocido. Incertidumbre comercial, técnica, social, política, entre otras, se están expresando de forma intensa y simultánea. ¿Qué hacemos? ¿Cómo enfrentamos este temporal?

Lo primero es repensar posibles futuros para la industria en la que estoy y cuál será la “nueva normalidad”. Definir cómo podemos contribuir bajo este nuevo escenario. Por ejemplo la empresa Dyson (conocida por sus aspiradoras y secadores de mano), creó en menos de 10 días un ventilador mecánico, para responder a un pedido del gobierno británico por más de 10.000 unidades. Fue diseñado para ser construido de forma rápida, eficiente y a bajo costo. La situación lo amerita. Empresas con un governance de innovación bien establecido y con la disciplina para (re)definir constantemente su estrategia de innovación están mucho mejor preparadas para repensar el futuro, reorganizar la asignación de recursos y actuar en consecuencia. Debemos adaptar nuestro modelo de negocio para responder rápido. Funcionar como si fuéramos una startup pasó a ser un imprescindible. Agilidad, flexibilidad y mayor productividad son requerimientos mínimos para superar el temporal. La startup chilena GetJusto, adaptó su propuesta de valor para transformarse en el “Shopify de la venta online de restaurantes”. Una sola plataforma “marca blanca” que puede ser adaptada rápidamente a cualquier tipo de restaurante para permitirles vender online. Ofreciendo una solución totalmente integrada hasta la puerta del cliente a un precio justo. Están salvando a cientos de restaurantes de la quiebra. 

Organizaciones ágiles en la toma de decisiones y capaces de adaptar rápidamente su oferta de valor al nuevo contexto, sobrevivirán.

Por último, para disminuir los niveles de incertidumbre es fundamental experimentar a pequeña escala nuestras hipótesis de negocio. Rápido, al menor costo posible y esta vez en modo sobre vivencia. El objetivo: generar la mayor cantidad de conocimiento y aprendizaje para disminuir la probabilidad de fallar. Alex Honnold, el mejor escalador de la historia de la humanidad, logró lo que parecía imposible. Escaló en menos de 4 horas El Capitán (Yosemite, EEUU), pared de granito de 914 metros de altura, sin ningún tipo de protección en modalidad free solo. El mas mínimo error significaba una muerte segura. ¿Cómo lo hizo? Revisó la ruta decenas de veces, metro por metro, y entrenó de forma disciplinada y meticulosa. Adquirió el conocimiento necesario para disminuir la probabilidad de fallar hasta un nivel aceptable. Compañías que tengan un proceso de innovación instalado y funcionando de forma disciplinada, serán capaces de hacer que sus iniciativas de innovación avancen de forma correcta, aumentando su probabilidad de éxito etapa tras etapa.

Hoy a todos nos toca la difícil tarea de reinventarnos. En un contexto con alta incertidumbre, pocos recursos y bajo una presión enorme. Sobreponernos a esta crisis, no solo implica ajustar nuestra estructura de costos, sino que también, imaginar, diseñar e implementar con éxito nuevas soluciones para contribuir a la sociedad en este nuevo contexto. Como líderes de nuestras organizaciones tenemos la obligación de hacerlo. 

Columna originalmente publicada El Libero el 4 de abril de 2020